Tenía muchas ganas de recoger uno de los momentos más emocionantes de mi vida. Viajar a Nueva York ya supone realizar un sueño, pero tener la oportunidad de vivir el musical de Mary Poppins en directo, no tiene precio. Espero que disfrutéis con esta crónica tanto como yo he disfrutado escribiéndola, cuidando los detalles y añadiendo todo tipo de archivos gráficos y sonoros para ilustrar mis palabras. Os pido que lo leáis despacio, es mucho texto, pero estoy segura de que lo vais a disfrutar. Espero vuestros comentarios. Un saludo, TCalahorra.
Marzo de 2011
El pasado mes de marzo realicé mi segundo viaje a Nueva York, Estados Unidos. Durante las primeras vacaciones que pasé en la Gran Manzana en 2008 no tuve la oportunidad de acceder a ningún espectáculo de los famosos teatros de Broadway, pero este año estaba dispuesta a no volver a Madrid sin haber vivido la experiencia de ver un verdadero musical en la mítica calle de Nueva York.
Antes de viajar
Tres meses antes de viajar empecé a consultar la oferta de los espectáculos... pero no me sirvió de mucho porque la decisión estaba tomada desde que contraté el viaje. Sabía desde ese momento que iba a acudir a ver el musical de Mary Poppins, una de mis películas favoritas.
Los precios de las entradas eran bastante elevados por lo que estaba casi decidida a comprar las entradas en el primer anfiteatro por 70 dólares. Antes de comprar, busqué por Internet alguna página que ofreciera descuentos para este músical y, lo encontré. No puedo indicar la web porque ahora mimo no recuerdo cuál era, pero si os puedo decir que en ella se publican unos códigos promocionales, de esta forma la compra segura está garantizada. Estaba dispuesta a adquirir las entradas por Internet pero no quería arriesgarme a gastar el dinero y que después los tickets fueran falsos. Desde el primer momento mi compra iba a realizarse a través de Ticket Master, la web oficial para comprar entradas para los espectáculos en EE.UU.
La web de los descuentos me facilitó un código promocional para comprar las entradas del musical de 'Mary Poppins' por lo que sólo tuve que copiar ese código e indicarlo en la web de Ticket Master al realizar mi compra. Gracias a este maravilloso descuento pude adquirir mis entradas en tercera fila de platea por el mismo precio que me costaba el primer anfiteatro, 70 dólares.
Escogí la tercera fila porque, según mi experiencia en los teatros, si te sientas en las dos primeras filas es posible que no tengas una buena visión del espectáculo porque es difícil percibir lo que hay en el fondo del escenario, y no me equivoqué.
El día en el que pude ver 'Mary Poppins. El musical'
Ya en Nueva York el martes 22 de marzo nos dirigimos al New Amsterdam Theatre, situado en la calle 42, para recoger nuestras entradas. Los tickets sólo pueden ser retirados del teatro el mismo día de la función, por la mañana, por lo que desviamos nuestro recorrido del día para pasar a primera hora por la taquilla del teatro. Para poder recoger las entradas sólo nos pidieron la confirmación de la compra que imprimí al realizar el pago, ni siquiera me pidieron una identificación. Ya con el sobre que contenía nuestros pases para la función de la tarde nos fuimos a ver la ciudad hasta que llegara la hora de acceder al teatro.
Media hora antes de la función nos acercamos por Times Square hacia la 42 para entrar al teatro. No queríamos que las aglomeraciones del último momento nos impidiera acceder al teatro con el tiempo suficiente para realizar algunas fotografías del interior del New Amsterdam Theatre.
Una vez dentro...
Sólo con ver el teatro desde fuera ya era precioso. El juego de luces, los cárteles de Mary Poppins con su paraguas volando sobre la 42, todo era un sueño hecho realidad. Atravesamos la puerta y, tras entregar nuestras entradas, accedimos por un pasillo enmoquetado hasta el interior del teatro. Antes de pasar por la puerta que daba paso a la platea habían situado un puesto de recuerdos a la izquierda del pasillo. ¡No pude evitar acercarme! Allí vendían de todo: el programa del espectáculo, diferentes muñecas de Mary con el vestuario de algunas de las escenas principales de la obra, llaveros, pins, cd's con las canciones del musical grabado por los actores de Londres... y, el recuerdo por excelencia, el maravilloso e inigualable paraguas de Mary Poppins. Tenía claro qué es lo que quería comprar, aunque al principio sentí algo de vergüenza. Compré, en un primer momento, el programa del espectáculo y más tarde volvería a por el CD, pero el paraguas quedó grabado en mi mente.
Al atravesar la puerta de acceso final y observar el decorado de aquella magnífica sala se me erizó la piel. Me atrevería a afirmar que es el teatro más bonito que jamás he visto. Sus paredes eran recorridas por enredaderas y plantas de color verde, todo de escayola, formando una decoración exquisita.
Antes de acceder a nuestros asientos nos acercamos al puesto se snacks y bebidas. No sabíamos qué comprar. Vendían diferentes combinados de bebidas sin alcohol, pero nos decidimos por un par de coca-colas y unos M&Ms. Los refrescos nos los sirvieron en unos vasos de plástico con pajita incluida decorados con la imagen de Mary Poppins y después nos dio la sorpresa final, la cuenta. No recuerdo bien, pero creo que nos pidieron unos 12 dólares por ello, una pasada. Pero como estábamos en Nueva York y nos faltaban unos minutos para ver el maravilloso musical de Mary no nos importó y recibimos con una sonrisa el sablazo que nos acababan de meter.
Atravesamos el pasillo central hasta la tercera fila y nos sentamos en nuestros asientos, justo en el centro de la fila donde mejor se veía la escena. ¡Estábamos prácticamente encima del escenario! y, también, de las personas de la segunda fila. Tengo que decir que los asientos eran muy estrechos. Las rodillas casi rozan con los respaldos de los asientos de delante. Situamos nuestras mochilas bajo el asiento y los abrigos también, de esta forma nuestras manos quedaban libres para beber de nuestros refrescos e ir comiendo M&M's. Sin embargo, lo que hicimos sin parar durante todo el espectáculo fue aplaudir una y otra vez.
Comienza el espectáculo
De repente se apagaron las luces y empezaron a sonar las primeras notas de Chim Chim Cher-ee, en ese momento no lo pude evitar... unas lagrimillas se escaparon recorriendo mi cara y mi corazón se aceleró. En mi mente viajé directamente a mi infancia y recordaba todas las veces que había visto la película de la niñera mágica. En el escenario apareció Bert, interpretado por Gavin Lee (del que sólo puedo indicaros buenas impresiones, es un gran actor), introduciendo la historia y los diferentes personajes que nos iban a acompañar durante el espectáculo. De repente el telón se elevó y nos situamos en la casa de los Banks con todos los miembros de su familia así como los integrantes del servicio de la casa. A continuación os dejo un vídeo con el audio de los primeros minutos del musical para que lo disfrutéis.
No quiero dar más detalles porque sería destripar a todo el mundo el espectáculo y no quiero hacerlo. Sólo voy a deciros que merece la pena 100%, de principio a fin. La historia añade escenas que no aparecen en la película y cambia algunas cosas porque no es sólo una versión basada en el filme de Walt Disney sino que, también, está inspirada en los libros originales de P.L. Travers. Sin embargo, la historia es prácticamente perfecta. Y el final, os puedo asegurar, que te deja con la boca abierta. ¿No me creéis?, observar el siguiente video que ofrece algunas imágenes breves de diferentes escenas del espectáculo y prestar especial atención al final del mismo, donde comprenderéis por qué me llegó al corazón... es absolutamente mágico.
Como no quiero indicaros detalles del espectáculo, lo que voy a hacer es ofreceros una serie de consejos por si tenéis la oportunidad de viajar a Nueva York y pensáis acudir a ver el espectáculo:
Consejos
- Si estáis preocupados por el idioma, no hay ningún problema. Practicamente todo el musical es una cadena de canciones, no hay mucho diálogo y, el poco que hay, se entiende bien. Incluso, si no sabes nada de inglés, comprenderás la obra por la buena escenografía que existe en la obra.
- El show está dividido en dos actos, por lo que podréis acudir al servicio durante el descanso del espectáculo.
- La tienda de Disney situáda en Times Square también vende algunos de los productos del musical pero ¡ojo! no todos. Os recomiendo adquirir vuestro merchandising en el interior del New Amsterdam Theatre. Además os ahorraréis las tasas. El puesto de venta del teatro no cobra impuestos, en la Disney Store sí.
- El programa conmemorativo que se vende en el punto de venta contiene una lámina de Ashley Brown, actriz que interpreta a Mary, que no contiene el mismo producto de la Store.
- Podéis acercaros a la puerta de salida del cast. Está situáda a la vuelta del teatro, en la 43. Lo encontraréis fácilmente porque hay una valla frente a la puerta con carteles del musical. Nosotros fuimos y pude hacerme una foto con Gavin y Ashley, Bert y Mary. Además me firmaron el programa del show.
Con Gavin Lee a la salida del cast |
Con Ashley Brown a la salida del cast |
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